lunes, 19 de noviembre de 2018

Capítulo 5- La absurda y escatológica espera (Somatización)


Finalmente ha venido por mí, la enfermedad ancestral de la muerte que tanto temía se ha apoderado de mi ser.

Al parecer alguno de todos los dudosos currys consumidos en la estación de tren, habría contenido un espía del mundo unicelular que, luego de realizar las modificaciones pertinentes en mi anatomía, había logrado apoderarse de mi ano para transformarlo en un rociador de ácido sulfúrico.

Es como decían, la comida hindú arde al entrar y al salir.

Pensaba esto cuando me percaté de que mi mamá, cusho rostro no era como lo recordaba sino que lucía como el de Shanti; la esclava del “master” de Jaipur, caía lentamente en un precipicio de arroz.

<Maaa!!> Le grité, e inmediatamente intente correr tras esha, pero mi sistema locomotor no respondió.

Mi viejo, que por alguna exxxtraña razón tenía la cara del “master”, la esperaba en el fondo.

Cuando finalmente estuvo a pocos segundos de tocar fondo cerré los ojos aterrorizado. Pero al abrirlos me encontré en el fondo del abismo. Mi papá me arrastraba por el áspero terreno hecho de arroz en dirección a una enorme fotocopiadora hecha de chapati.

No entendía un carajo lo que sucedía, pero estaba determinado a que no me fotocopiara.

Fue entonces que recordé mi nuevo súper poder, el rociador de ácido anal. Pujé como si quisiera parirme a mí mismo hasta que pude liberar un pedo de esos que hacen burbujitas.

Al ser impactado por la flatulencia mi padre tosió, trastabishó y cashó panza abajo exánime al lado de mi madre, que con sus ojos abiertos pero inertes miraba el cielo rojizo acostada en el suelo de arroz.

Mientras miraba anonadado los cuerpos inmóviles de mis padres una energía externa tomó control de mis piernas haciéndome huir de esa imagen.

Una vez lejos de mis padres, la marcha autónoma de mis piernas se detuvo.

Ahora una aturdidora música circense resquebrajaba mis tímpanos y un pashaso sin cara y de pelo gris me hacía ademanes invitándome a entrar a otra gigantesca pero colorida fotocopiadora.

Al ver esa imagen, como el corcho de una sidra agitada, mi alma salió eshectada de mi cuerpo.

Noté que el cacho de materia que solía ser sho le gritaba algo al pashaso, pero la estridente música no me dejaba escuchar lo que decía.

Con todas mis fuerzas intenté acercarme a la boca de mi sho físico y escucharme, pero me era imposible. Mientras más intentaba bajar, más me elevaba hacía el sanguinolento cielo, hasta que finalmente entendí todo. 


Tenía que dejar de intentar y tan solo dejarme caer.

Fui shuvia. Fui tormenta. Fui gordas gotas de sangre que se precipitaban descontroladas sobre la tierra. Fui vértigo, fui caída, fui idea que cae del cielo, fui un concepto, fui epifanía, fui, fui rápido y fui de a poco, fui shegando hasta que shegué. Sin preguntar a mi cuerpo entré y lo que de mi boca salía finalmente escuché.

<¡¿DÓNDE ESTAN MIS PAPAS?!> Grité con todas mis fuerzas en medio del andén de tren.

<Mi amor, mi amor!> Me gritaba mi compa despertándome del sueño febril.

Abrí los ojos, me incorporé violentamente y todo tembló.

<¿Volviste a soñar con tus viejos?> Me decía Manon mientras me secaba el sudor de la frente.

Intenté hablar pero unos retorcijones me indicaron que era el momento de volver a evacuar el colon. Corrí tambaleante por las escaleras del andén en dirección al baño agarrándome la cabeza.

La fiebre estaba peor, no sabía qué día ni qué hora eran. Recuerdos de Sonu, el jorobado y el master brotaron de mis neuronas, pero todo parecía tan lejano ¿Cuánto tiempo había pasado de eso? ¿Hacía cuanto que vivíamos en esa estación de tren? Lo único que sabía era que mi cabeza hervía.

<Eh loco… apagá la calefacción> le dijo la espectadora 2 en el cine de mi cráneo al espectador 1. 




<Que rara que es tu voz sin eco. Tu voz sin eco es como una ecografía de tu voz, como una versión más económica, más ecológica> dijo el espectador 1 víctima de un gran delirio febril. 


<Una voz económica y ecológica sin eco, es una voz nómica y lógica> Dijo 2 enroskandose en los delirios de 1

<Shamémoslo! Ecooo, ecooo, ecooo> 




<No está, lo perdí, lo perdí> Gritaba desconsolada la 2

<Ay, pero que aburrida que sos sin eco>

<No, 
aburrida NO!! Ecooo, ekitoo, ekotee> Shoraba 2 shamando a su eco. 

<No, no te desesperes, mirale el lado positivo>

<¡¿Qué lado positivo?! ¡Ahora soy una aburrida de mierda!>

<Kizas que hayas perdido tu eco signifike que sha no seas una voz misteriosa, alternativa y under de las profundidades del cine, kizas ahora seas una voz mainstream> 

<¿Boh deci’? ¿La pegué wacho?!> Dijo la 2 eufórica.

<Claro, sha no estás más en el fondo, ahora es probable que estés más cerca de la pantasha>

<¡Ey, ey, estamos delirando!> Dijo la 2 en un rapto de lucidez <Mandemos unas órdenes a los glóbulos blancos, digamoles que se pongan las pilas con el chobi ese> y, como si la cordura fuese contagiosa, 1 
también volvió a la realidad. 

<No tenemos el poder de hacer nada que sirva para algo, solo controlamos la parte inútil de Pote> Y así como así la coherencia los volvió a abandonar.
 




<La connnnnnnnnchaaaaaaaaaa de las conchaaaass de tu concha huérfano conchudo> dijo dos ahogándose en su propia saliva.

<¡¡Empanada de posho y choclo!!!> Exclamó 1.

<Aayy noo, no kise decir eso, es el calor, perdona boludo, sho te kiero boludo, posta, sho te re bardeo pero te re kiero boludo. Boludo ¿Vos me keres?>

<Kiero unas empanadas de posho y choclo…>

Curtite gato! Sho me re abrí y vos me decís que…>

<No es mi culpa… ahorrá la batería, agotada Valeria, adorná la barbería…> Uno se acomodó en su asiento y dijo con sus escasas fuerzas restantes <AHORA LA BACTERIA…>

<AHORA LA BACTERIA… ¡¿QUE?!>

<Ahora la bacteria… controla a los que controlan al controlado>


Volví de mi habitual visita al biorsi, me acurruké con Manon en un bankito muy incómodo y antiergonómico del andén y le pregunte cuanto faltaba para que venga el tren mientras esha me frotaba los hombros para contener mis chuchos de frío.

<No sé> Dijo y automáticamente agregó <¿Qué soñaste?>

<¡¿Como que no sabes?!> Contesté violentamente desviando la pregunta.

<No sé Pote, sha te lo dije mil veces, está retrasado>

<¿A qué hora salía? ¿Qué hora es? ¿Qué día es?>

<11:45PM, 2:46AM, 19/11>

<¿De qué año?>

<¿Me estas jodiendo?>

<Un poco>

<Weno, no me jodas… ¿Me keres contar lo que soñ…>

<Cantame la de bebe> Dije rápidamente.

Manon revoleó sus ojos a la izkierda, suspiró resignada y comenzó a cantar.

<Cómo decir que me parte en mil, las esquinitas de mis huesos…> Esha cantaba y sho tarareaba tratando de armonizar su canto hasta que un violento retorcijón me hizo interrumpirla abruptamente con una pregunta.

<¿Qué hora es ahora?>

<Las 2:48AM>

<Fuck! ¿Y cuando viene el tren?>

<¡No sé te digo!>

<Weno, preguntale a esos que están ahí!> Y mientras Manon le preguntaba a una manada de hindúes con togas grisáceas tuve un antojo de empanadas de choclo y posho. 




<Me dijeron que viene a las 4> Me respondió algo cansada.

<¿Y qué hora es ahora?>

<Las 2:56>

<Weno, ahora conseguime unas empanadas de posho, choclo y…>

Y así cual niño encaprichado me empecinaba en molestar a mi compa. Pero no por maldad. Molestarla era lo único que me mantenía alejado del sufrimiento. Si, era una actitud sumamente egoísta, pero no era su malestar lo que buscaba, sino mi paz.

<Aayy me siento tan mal> Me kejaba mientras tosía exxxageradamente <¿A qué hora shegaba el tren?>

<A las 5 de la matina>

<¿Qué?? ¡Pero hace un rato me dijiste que salía a las 4!>

<Si, pero ahora me dijeron que sale a las 5>

Después de escuchar eso creo que pude sentir como la temperatura de mi cabeza aumentaba 4 grados farenheit

<¡Vamos a morir acá! Sho sé lo que te digo, no pasamos de esta noche> Dijo el espectador 1 totalmente entregado.

<Puede ser> Dijo la 2

<Abrazame!> Suplicó 1

<No puedo, todavía estoy lejos> Replicó la 2

<Acercate más> Insistió 1

<No kiero, hace calor> Respondió 2

<Un pokito> Rogó 1

<No sé acercarme “un pokito”> Explicó 2

<¿Vamos a morir?> Preguntó 1

<Por supuesto> Sentenció 2

<No, no, este no puede ser el fin… acordate del dengue> Dijo 1 en un patético rapto de optimismo <Sobrevivimos una semana con 40 grados… esto no puede ser peor>

<¡Sí que puede ser peor, si hay algo que sé es que todo siempre puede ser y estar peor!> Bramó 2 en un histérico atake de pesimismo y nihilismo <¡No me sirven esas estúpidas convicciones esperanzadoras que evocan a un pasado peor, así como tampoco me reconforta pensar en los niños hambrientos de África para apreciar mi suerte. No me sirve recordar el dolor del pasado para tolerar el del presente ¡¡El presente es terrible y punto, el pasado y el futuro NO exxxisten!!>

Luego del exxxtraño, inesperado y desesperante monólogo de 2, un mutismo reflexivo abatió a los personajishos de mi mente. El silencio incomodó a 1 a punto tal que no le kedó otra que hablar.

<Che…> Dijo el muy pelotudo <Sho te siento más cerca eh…> Y con una estúpida sonrisa agregó <Te acercaste un par de butacas porque también tenes miedo ¿No?>

La 2 no respondió. Parecía que el silencio iba a prolongarse ad infinitum hasta que un extraño sonido irrumpió en la dramática escena.

<¿Qué fue eso?> preguntó 2 saliendo del trance.

<¿Cómo, no fuiste vos?> Preguntó asombrado 1

<NO! No fui sho!>

<¡¿Me… me es… es… estas jo… jodiendo?>

ÑAAACC TRRRRRRR PLJJJ PPPLLLLJJ Se escuchó otra vez

<¡¡Viene de las filas de atrás!!> Gritó dos.

De repente una gran cantidad de sustancia verde y viscosa cashó del techo del cine aplastando miles de butacas.


<¿¡QUE MIERDA ES ESO??!! Exclamo 2 aterrorizada.

<AAACHISSS!!!> Mi estornudo hizo volar una bola de mucosa que impactó y despertó a Manon

<¡¿Que paso?! ¡¿Que paso?!> Se irguió preguntando asustada

<Nada, nada, estornudé… tenes un moco pegado en…> Intenté avisarle, pero me interrumpió.

<Son las 4:38> dijo mirando el celular.

<Josha, en media hora viene el tren> Le dije mientras le frotaba la mejisha en un intento de despegar el moco de su cara.

<No, al final viene a las 6>

<¡¿Me estas jodiendo?!>

<No, dormite mi amor>

<No kiero…>

<¿Por qué no?> Me preguntó con un tono de sospecha, pero rápidamente sus ojos se abrieron de par en par dejando entrever un brisho epifánico y agregó <¿Tenes miedo de soñar con tus viejos otra vez?>

<¿Qué?> Pregunté haciéndome el desentendido.

<Dale, no te hagas el boludo… hace mucho que no hablas de eshos, creo que te va a hacer bien que charlemos> Y se kedó mirándome en silencio mientras esperaba pacientemente. Luego de varios amagues emergió, como un ahogado kejido gutural, la siguiente frase:

<Soñe con un pashaso, una fotocopiadora y mis viejos... acostados en el piso, pero no me acuerdo nada más ¿Ok? Listo!>

<Weno… está bien> Dijo Manon entendiendo que esa era toda la información que iba a conseguir. <Tratá de dormir…>

<No puedo>

<Claro, weno, si estás muy triste po…>

<¿¿Triste?? ¡No! No puedo porque el colchón/piso esta frio, la almohada/mochila esta dura y la toalla/frazada está húmeda, tiene olor a culo y me está dando esa alergia de mierda> Dije mientras agarraba el papel higiénico que me había sobrado de mi última visita al baño y me sonaba la nariz con todas mis fuerzas.

<¡La cosa verde se mueve!!> Advirtió la espectadora 2

<¡Es la bacteria, vino a matarnos!> Aseveró 1. 




<No, mepa que es moco>

<¿Que decís? ¡El moco no puede entrar acá!> Contestó 1 algo indignado.

<Uy uy uy, no sabía que eras neurocirujano, apa la papa, opa opa peterete, pero groso que sos papurri!>

<¿Podes dejar de hacer chistes por un momento?>

<No, la verdad que no... huerfanito>

<¡No todo es un chiste en la vida, bufoncita!>

<Exxxactamente lo opuesto, la vida ES un chiste inocentón!>

<Ay pero que loca, que rebelde, que forajida de la ley!>

<AALDKAKDJFALDKJFALDKJDF> La masa verde emitió un sonido

<Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh> Gritó 1

La sustancia se movía descontroladamente hasta que un pedazo salió volando, rebotó por la cavidad craneal y terminó en un conducto nasal.


<¿Qué es ese olor?> Le pregunté a Manon

<¿Qué olor?> Me contestó mi compa

<Ese olor a caca podri>

<Yyy… si huele a caca debe ser caca>

¿Pero qué caca?

<¿Será tu caca?>

<Ay, no sé, ¿Es mi caca?> Dije mientras hurgaba entre mi short asustado.

<No, no es tu caca, es otra caca> Dijo mientras olía el aire que la rodeaba.

<Ay… me había asustado, ¿Y qué caca es?>

<¡Caca de vaca!> Exclamó triunfal

<¿Caca de vaca? ¿Qué vaca?>

<La vaca de acá>

<¿Acá hay una vaca?>

<Si, hizo caca acá atrás>

Una vaca paseando por el andén había detenido su marcha para evacuar una descomunal cantidad de heces, era como si estuviera pariendo sus cuatro estómagos.

Al ver esta desagradable escena se me revolvió el estómago y me invadieron las ganas de parir mis entrañas también. Intenté concentrarme en otra cosa así que le pregunté a mi compa.

<¿Qué hora es?>

<Las 6:58>

<¡¿Qué?! ¿Pero el tren no venía a las 6?>

<Si, pero parece que no>

Esa noticia le terminó de dar el empujón final a mis tripas para que emergieran de mi boca. Un vómito que arrastraba todos los residuos de mis vísceras chocó contra la compuerta de mis labios mientras sho me abría paso desesperadamente hacía las vías.

Vomité, regurgité, expelí y escupí todo lo que guardaba en mi interior hasta kedar moribundo acostado en el piso, aferrado al andén y con la cabeza colgando al vacío del riel.

Entré a un pseudo estado alfa en donde todos mis malestares cesaron. Mi sufrimiento se aplacó y tuve una exxxperiencia exxxtracorpórea en donde pude ver mi lánguido cuerpo inerte, pero feliz, lejos de todo dolor.

En ese momento de paz trascendental vi la luz. Era enceguecedora, pero cálida y acogedora y no venía sola. Una pesada pero tenue vibración me mecía cual arrumaco de madre y un sonido grave y gentil me envolvía… me contenía.

Olvidé si estaba muriendo o si estaba naciendo. Pero no importaba.

Vi a mis viejos y al pashaso de mis sueños que me invitaban a entrar a una enorme fotocopiadora que imprimía bebes.

Vi lo invisible, vi lo intangible y vi que había dejado de ver para empezar a ser. Sha no veía lo que me rodeaba sino que ERA mi entorno. Era energía, era ondas electromagnéticas, ERA EL WI FI. Era el video de un gatito cashendose en una caja, era el mensaje de texto de una madre preocupada, era la foto hot de un adolescente, era la canción de un número de clown, era un PDF del TP de TIC, era todo… y era nada…

Trascendía la materia y la conciencia. Paz era lo único que sentía, sho era la alegría... hasta que una tosca mano terrenal me jaló de welta a la oscuridad de la mundanidad.

Al parecer el tren se había dignado a aparecer en el momento justo en el que había asomado mi cabeza a las vías para vomitar, pero por "suerte" una valiente mano hindú salvó mi vida… o me la cagó. 


Dependiendo de como viese la realidad. 

Kizas no estaba a punto de morir sino a punto de nacer.

Kizas esa estación de trenes fuese la sala de espera de la vida.

Kizas el tren de las 7 fuese el canal sagrado de la concha de mi madre para entrar al mundo.

¡Kizas ahora me tocaba esperar otra eternidad a otro tren que me diera a luz!

<¡Este hindú me cagó la vida!> grité mientras me libraba de mi salvador

<Vos me vas a cagar la vida a mí!> Dijo Manon zamarreándome <Casi te arranca la cabeza el tren!>

<Uf… Me cagué todo> dijo 1 todavía temblando en su butaca.

<Che, la re cagué!> le contestó 2 <Me metí en el moco y no sé dónde estoy>


<Si este señor> Dijo Manon señalando al heroico hindú <No te ashudaba ¡¡El tren te hacia cagar!!>

<¡Basta de cagar!> Grité <Subámonos a este tren de mierda y vashamonos de acá> Dije agarrando nuestros petates todavía mareado.

La más larga, absurda y escatológica espera que jamás había vivido había shegado a su fin.

Ni bien nos subimos al tren me desvanecí en un incomodísimo asiento metálico. Había vencido a la bacteria, ahora solo necesitaba relajarme, dormir y no soñar!

<Ya casi, ya casi> decía la 2 mientras escarbaba en la sustancia verde tratando de salir <¡SI, LIBERTAD!> Exclamó finalmente




<Ey… bufoncita… ¿Sos vos?> Le pregunto 1 a 2, por primera vez se veían cara a cara.

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